Insomnio…un gran enemigo del sueño

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Salud Mental

Este tema me toca de cerca y me es difícil escribir sobre el insomnio sin pensar en mi experiencia personal lidiando con él. Soy una paciente diagnosticada con insomnio crónico y eso hace que además de hablarles como psicóloga sobre el tema también pueda hablarles como paciente y como afectada. Dicho esto, me parece importante definir qué es el insomnio.

¿Qué es el insomnio?

Es la incapacidad para iniciar y/o mantener el sueño, así como la presencia de despertar precoz o sueño no reparador. Anteriormente el insomnio era considerado un síntoma que aparecía en varios trastornos, por ejemplo, en los cuadros de depresión o ansiedad. Pero actualmente el insomnio comenzó a tomar una entidad aparte, a aparecer diferenciado de los cuadros de los que antes era solo una parte. Podríamos decir que pasó a ser un todo cuando antes era solo una porción.

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Causas del insomnio

En cuanto a las causas, no podemos ubicar una sola causa. Como muchos padecimientos psíquicos, el insomnio es multifactorial y habrá que conocer la historia y la situación actual de cada paciente como para poder brindarle un tratamiento adecuado. Primero habrá que descartar alguna enfermedad que pueda estar causando insomnio, como ser la enfermedad reumática, fibromialgia, EPOC, asma, insuficiencia cardiaca, úlcera gástrica, etc. También será preciso que un médico descarte otro tipo de síndromes relacionados con el sueño como el síndrome de apnea del sueño o síndrome de piernas inquietas. Por otro lado, habría que evaluar como son sus horarios, ya que las personas con horarios rotativos en el trabajo, por ejemplo, representan en mayor medida dificultades para dormir dado que las rutinas se ven alteradas constantemente. Si, así como lo leen: es necesario ser rutinarios para dormir bien. Otra cosa que debe descartarse es que el insomnio no se produzca por el consumo excesivo de sustancias psicoactivas como lo son algunas drogas. Es por esto que antes de indicar cualquier tratamiento, los especialistas suelen probar primero con lo que se denomina la higiene del sueño.

¿Qué es la higiene del sueño?

La higiene del sueño sería algo así como higienizar, limpiar algunas conductas que pueden estar interfiriendo con un buen descanso.

¿Cuáles serían esas conductas?

  • No realizar actividad física hiper estimulante cerca del horario de acostarse.
  • Suspender cafeína o bebidas estimulantes luego de las 7/8 pm.
  • Limitar el uso de las pantallas un rato antes de ir a acostarse.
  • Darse un baño relajante antes de acostarse.
  • No dormir siestas prolongadas.
  • Cenar liviano.

Como notarán, hago mucho hincapié en esto de enfocarnos en lo individual. ¿Por qué? Porque no todas las personas dormimos la misma cantidad de horas, no todos tardamos lo mismo en dormirnos, no todos sentimos el mismo cansancio y no todos necesitamos del mismo ambiente como para lograr dormirnos.

El sueño es distinto en cada persona y a lo largo de la vida

Habrá personas que necesiten que esté todo oscuro, otras personas que puedan dormir con la tele prendida. Habrá quienes en condiciones normales tarden más de una hora en conciliar el sueño y otras personas apoyan la cabeza en la almohada y se quedan dormidas. Habrá personas que normalmente se despiertan en el medio de la noche para ir a tomar agua o ir al baño y otras personas que duerman de corrido toda la noche. Habrá quienes necesiten dormir un mínimo de 8 horas como para poder ser funcionales al día siguiente y otras personas con 6 horas están plenas.

Como ven, el sueño es muy variable de persona a persona. Inclusive, es muy variable a lo largo de la vida de una misma persona. Aprendemos a dormir, no nacemos sabiéndolo. Quizás quienes sean padres tengan este dato más presente pero los bebés no duermen de corrido, sino que van aprendiendo los ritmos y a algunos les cuesta más que a otro lograr dormir la noche entera.

El sueño es uno de los patrones que más fácilmente se altera cuando estamos atravesando alguna situación de estrés. Es por esto que cuando vamos al médico o tenemos una entrevista psicológica de admisión, los profesionales suelen preguntarnos como estamos durmiendo. Cómo dormimos dice mucho de nuestro estado general. Además, las dificultades en el sueño son sumamente frecuentes: 7 de cada 10 adultos van a experimentar problemas que afectan a la calidad del sueño a lo largo de la vida.

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No todo es insomnio

Ahora bien, ¿es lo mismo una queja subjetiva relacionada con la calidad o la cantidad del sueño, que el insomnio como síntoma o el insomnio como trastorno? No, no es lo mismo. Podemos quejarnos de vez en cuando de haber pasado una mala noche, pero eso no es tener insomnio.

Según el DSM V (manual que utilizamos los profesionales de la salud para hacer nuestros diagnósticos) se tiene insomnio cuando:

  • La alteración del sueño causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral, académico o en otras áreas importantes del funcionamiento.
  • El problema de sueño se produce como mínimo tres noches a la semana.
  • El problema está presente durante un mínimo de 3 meses. El problema de sueño ocurre a pesar de la adecuada oportunidad de poder dormir.
  • El insomnio no se explica mejor por otro trastorno del sueño-vigilia (p. ej., narcolepsia, alteraciones circadianas del ritmo, parasomnia).
  • El insomnio no es atribuible a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga o un medicamento).
  • La coexistencia de trastornos mentales y afecciones médicas no explican adecuadamente la presencia predominante de insomnio.

¿Qué hacer entonces? Si luego de intentar con la higiene del sueño, el insomnio no desaparece, es preciso consultar con un profesional de la salud para que éste pueda evaluar la necesidad o no de realizar un tratamiento.

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